SOS, Supervivencia del campo

SOS, Supervivencia del campo

Este pasado viernes 25 varios miembros de la Asociación Local de Agricultores, fuimos a la manifestación que se organizaba en Valencia bajo el lema SOS, Supervivencia del campo, nos hemos vuelto a echarnos a la calle, dos años después de la tractorada que tomo las calles de valencia para protestar por la angustiosa situación de la agricultura, la cita se ha repetido… y con un poder de convocatoria similar. 

A la cita, convocada por todas las organizaciones profesionales agrarias de la Comunitat han asistido «más de 8.000 personas y 250 tractores» según los convocantes y 1.500 manifestantes y 200 tractores, a tenor de las cuentas de la Delegación del Gobierno en la Comunitat. 

Pero esta manifestación he empezó en la plaza de San Agustín y termino delante de la Delegación del Gobierno no va de números si no de personas que se esfuerzan cada día en ofrecer el mayor y mejor rendimiento de nuestros campos para poder dar de comer a la población.

Ya que no es normal que cueste mas una bolsa de plástico que lo que cobre nuestro agricultor, o que se tengan que vender 18 kilos de navelinas para tomarte un café; a un viticultor 12 kilos de uva solo le dan para pagar una hora de parking; para comprar una botella de champú un horticultor tiene que vender hasta 37 kilos de cebollas; un ganadero necesita vender 8 kilos de carne de cerdo para reunir una entrada de cine; o un arrocero ha de vender 5 kilos de cereal para beberse un refresco.

Para luchar contra ello, pedimos:Garantizar precios que permitan la sostenibilidad económica de las explotaciones agrícolas y ganaderas, tal y como establece la ley de la cadena alimentaria solicita una PAC más mediterránea; exige cláusulas espejo en las producciones agrícolas y ganaderas que se importan de otros países terceros, tal y como se viene luchando con la naranja de Sudáfrica; pero también solicita medidas extraordinarias para aliviar la escalada de costes de producción, que pueden suponer la puntilla a un sector siempre al borde del abismo. 

No son las únicas exigencias del campo para lograr su supervivencia: seguros de costes, planes de reestructuración y no prohibir tratamientos fitosanitarios sin alternativa, tal y como ha sucedido con el metil clorpirifos, que ha dejado a los citricultores sin alternativa para tratar el cotonet de Sudáfrica.

Raimundo Giménez

Raimundo Giménez produce unos 40.000 kilos de naranjas cada año en sus campos de Sagunt. Acordó la venta “en un cuadernillo” con el intermediario a 35 céntimos el kilo, pero llegado el momento de cosecharlas y “tras 45 llamadas”, le dejó tirado, con los frutos en el árbol. “Para regalar o tirar. Prefiero regalarlas antes que dejar que se aproveche un comerciante”, subraya, y lamenta: “Hay que pagar el agua, averías, jornales, pesticidas… estamos en la ruina total. Tengo 80 años y aún no he podido jubilarme. Acabaremos comiendo tornillos”.

NO CONSEGUIREMOS SE LA AGRICULTURA SEA SOSTENIBLE SI ANTES NO HACEMOS QUE SEA RENTABLE

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